La experiencia nos demuestra que el involucrar a madres, padres y/o cuidadoras de las y los participantes en el proceso de formación desarrollado a través de los talleres de Habilidades para la Vida, da lugar a un mayor impacto en el cambio que se espera obtener con este tipo de proyectos. En las comunidades educativas de zonas urbanas no es sencillo lograr la asistencia a las actividades, sin embargo en las localidades rurales que privilegia Movilizar, Innovar y Aprender para gestionar su quehacer, se da una buena respuesta. En su mayoría asisten madres de familia o cuidadoras, los padres acuden en un número menor. En las sesiones se genera un espacio en el que además de recibir información, quienes asisten pueden intercambiar su propia vivencia y conversar sobre los desafíos que enfrentan y las oportunidades de mejora. Aquí compartiremos algunas de las dinámicas que hemos utilizado, las que obviamente cambian o se adaptan de acuerdo a la situación de cada escuela atendida, en algunas de las actividades se puede tener la participación conjunta con sus hijas e hijos.
Así es Mi Hija/o
Se proporciona a cada participante un ejemplar del formato que aquí se muestra.
Se deja un tiempo suficiente para que de manera individual se requisite el formato con lo que conozcan de su hijo o hija.
Se comenta en plenario que tanta dificultad tuvieron para llenar el formato y que tan seguras están de la información que pusieron, ¿qué tanto les conocemos?
Como tarea se les solicita que chequen la hoja con sus hijos y comparen los datos.
¿Cómo son las y los adolescentes?
Materiales:
- 9 Tarjetas con características (positivas y/o negativas) de las y los adolescentes.
- Música del teléfono celular de quien facilita.
- Bocina.
Desarrollo:
Se colocan las tarjetas a la vista de las participantes para que observen todas en conjunto (ANEXO 2).
Se les pide que cada quien tome una o dos de las tarjetas que más le haya llamado la atención (dependiendo del número de participantes).
En un espacio amplio las participantes hacen dos círculos, de tal manera que puedan verse frente a frente quienes integran cada rueda.
Se pone la música y las ruedas van girando en sentidos opuestos. Al cortarse el sonido, cada persona comparte porque elijió esa tarjeta con quien haya quedado al frente suyo. Después escucha lo que la persona con la que hace pareja quiera comentarle.
Se repite la dinámica varias veces tratando de que la conversación e intercambio se dé entre varias personas.
Quien facilita cierra la actividad pidiendo a las y los participantes que compartan como se sintieron y que les llamó la atención. Se explica que las tarjetas se elaboraron conforme lo que se pudo observar con sus hijas e hijos a lo largo de los talleres.
Mi hija/o cumple 25.
Se explica que la actividad consiste en imaginar que hoy el cumpleaños número 25 de su hijo o hija. El reto es tratar de imaginar un escenario deseable y ponerlo en la hoja anexa.
Se entrega un formato a cada participante y se les da un tiempo para que piensen sus respuestas o las escriban al reverso de la hoja.
Se pide que alguien de manera voluntaria lo comparta.
Se enriquecen las aportaciones en plenario.
Se pide que piensen de manera individual que podrían hacer ellas desde hoy para lograr que su hijo o hija cumpla sus metas, redactándolo como compromiso (s). De la misma forma tratar de imaginar que les impediría lograrlo.
Una vez que terminaron su ejercicio individual, se dará un tiempo para que se junten con su hija o hijo y le compartan lo que trabajaron en la mañana y en particular en esta última actividad, destacando aquello a lo que se comprometen a mejorar en su relación con él o ella a partir de hoy.
